Toda empresa exitosa tiene detrás una buena idea, pero también una estratégica ejecución. Al iniciar, lo primero que suelen hacer es buscar la solución al problema por el cual deciden emprender, se analiza la idea de negocio, pero esto no es suficiente, hay que hacer un filtro detallado (cuando la empresa ya está en operaciones) que indique si realmente vale la pena poner empeño, tiempo y dinero.
Para evitar que empresas cierren sus negocios por no tener certeza de su viabilidad, decidí escribir 5 puntos clave para hacerle un diagnóstico a tu startup. Tómate el tiempo para aterrizar la propuesta y evaluarla.
El equipo correcto
Tener un buen talento es fundamental para fortalecer tu negocio. Conseguir personas expertas, (aunque al principio el presupuesto no da para contratarlas a todas), ayuda en el crecimiento de tu startup.
El personal capacitado y bueno en cada materia es importante, pero no siempre se puede tener el lujo de contratar a alguien para que solo gestione pocas funciones y más si estás empezando. Es por eso, que elegir personas con capacidades múltiples y pasión por lo que hacen es la clave para formar el equipo que necesitas.
Encuentra personas que se alineen con tus ideas, metas y objetivos, será más fácil para ti.
Gran oportunidad de mercado
Es necesario entender el rumbo de la empresa y conocer sus recursos, fortalezas y capacidades. Para este análisis, lo mejor es que el emprendedor trate de gestionar ventas y de esta manera conocer de primera mano cuáles son las razones que impulsan a sus clientes a comprarle. La investigación de mercado te ayuda a identificar oportunidades.
Para esto, puedes tener en cuenta los siguientes aspectos:
1- Segmentación de consumidores o posibles clientes
2- Situación de compra
3- Competencia
4- Expansión
La capacidad de vender tu visión
¿Comprarías lo que vendes? Los fundadores no solo son los dueños de las empresas, también son el producto que venden. Al final, tu negocio es una representación de ti como emprendedor.
Tener convicción y saber vender tu idea te ayuda no solo para vender, sino también para conseguir inversionistas. Porque tener un buen producto también depende de cómo lo vendes y esto debe estar alineado con tu propósito y con la solución que estás ofreciendo.
La capacidad de adaptarse a entornos de mercado cambiantes
Con la tecnología, muchas empresas tuvieron que cambiar la forma en la que vendían y también sus operaciones. Si tu idea de negocio solo funciona para un nicho local, tienes posibilidades de a largo plazo perder vigencia, en cuanto soluciones el problema de ellos, ¿qué viene después? Tu producto debe estar sujeto a modificaciones y mejoras.
Mantenerte actualizado, estar leyendo las nuevas tendencias, te permitirán aplicar nuevas prácticas, servicios e innovaciones en tu servicio o producto.
La capacidad de permanecer positivo aunque cosas se pongan difíciles
Toda empresa ha pasado por momentos difíciles, en el caso de las startups su modus operandi se argumenta de experimentos: con fallas y aciertos. Es muy común ver a startups empleando cientos de personas y luego de unos meses, reducen personal, esto pasa porque muchas de ellas se miden a corto plazo y no a mediano o largo plazo.
Tener la seguridad de que tu idea es buena, no te librará de un fracaso, todos los han tenido, así que, lo mejor es preparar estrategias, tener fondos de emergencia y estar listo para asumir lo que se venga.
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